Guadalajara, Jalisco, a 30 de noviembre de 2023
Invitan a cuestionar los roles de género
Brenda Navarro, Andrés Neuman, Enzo Maqueira y Pablo Simonetti, en la mesa sobre nuevas masculinidades en el programa FIL Joven
En cada siglo existe un hombre que mata a una criatura y se erige con su cabeza sobre la cúspide del acantilado: sus manos se tiñen de la sangre del tilacino, del antílope, del león, de la Hidra de Lerna, de Medusa. Siglo con siglo, un hombre levanta la cabeza cercenada como muestra de triunfo. Esta muestra de virilidad es su rol, y así lo asumen todos hasta que una voz, entre la multitud, se dé cuenta de la barbarie y la denuncia. La mesa “De machos alfa a hombres del futuro. ¿Cómo construir nuevas masculinidades? reunió no una, sino cuatro voces, que cuestionaron los roles que tradicionalmente se suelen asignar a hombres y mujeres, y que hasta ahora sólo han servido para perpetuar el patriarcado.
“¿Por qué las mujeres y los hombres están asumiendo diferentes roles dentro de lo que significa el sostén de la familia tradicional?”, preguntó la escritora mexicana Brenda Navarro para comenzar la conversación con el escritor chileno Pablo Simonetti y los argentinos Andrés Neuman y Enzo Maqueira.
“Una mitad eterna, una mitad cambiante: así se expresaba Baudelaire de la modernidad”, comentó Neuman, quien abrió la intervención describiendo roles como la maternidad, la no maternidad, lo que la sociedad denomina “malas madres”. La asignación de roles también toca al género masculino, pero, dijo Neuman, “no hemos colectivizado ciertas conversaciones, como lo estamos haciendo ahora. Se debe volver la vista hacia lo que se da por sentado, la identidad es una arquitectura en función del prójimo”.
Algunos de los mandatos que impone la masculinidad arcaica es ser valientes, fuertes, violentos, no sentir tristeza, ni miedo, ser invulnerables. “Alguien que no llora no puede reconocer sus penas”, mencionó Maqueira, al aludir a la presión sociohistórica que se pone en los hombres por mantenerse irascibles y reactivos hacia las situaciones cotidianas. Un mínimo ejemplo de la gran consecuencia del patriarcado son los hombres frustrados, enojados, suicidas e incapaces de aceptar y lidiar con la enfermedad o fragilidad propia y ajena, reacios al miedo. “La matriz cultural condiciona, en todos los aspectos, al individuo, y la problemática pasa a ser un conflicto generacional”, agregó Simonetti. Retomando el concepto de la pedagogía de la crueldad, de la escritora y filósofa argentina Rita Segato, Andrés Neuman señaló que “tener miedo no sólo es natural, sino que es necesario. Cuidado con los que dicen que no tienen miedo, porque perder la proporción del miedo deviene en crueldad”.
Los elementos por fomentar en las nuevas masculinidades, recapituló Navarro antes de concluir la mesa de diálogo son: no temer al cuidado de los otros, a la colectivización de los problemas generacionales y una autocrítica profunda. “¿Qué es lo que vamos a colectivizar al hablar de masculinidades?”, preguntó. Los autores concluyeron en que se trata de releer de nuevas maneras cosas que siempre estuvieron allí; recuperarlas, apropiar luchas que no afectan directamente, pero competen a todos, visibilizarlas. Nunca dejar de visibilizarlas.
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